I take her somewhere? ✘ Dominique Dankworth

[Invitado]

12:30 → En plena calle

Tenía que admitir que aquel día no era uno de los mejores que había tenido. Sus primeros días como taxista no habían dado los frutos que él había imaginado en un principio. Pero poco a poco había ido aprendiendo la forma de mantenerse con el poco dinero que tenía. Pero hoy no había ganado ni la mitad que los otros días. Tenía que admitir que aun no era momento de sacar conclusiones precipitadas, solo llevaba media mañana trabajando. Pero aun seguía perdiéndose por algunas calles de la ciudad. Algo que terminaba por desquiciar a las personas a las que transportaba, pero que sin embargo agradaba a su jefe ya que el dinero que ganaba era mayor. A mayor distancia recorrida más dinero en su bolsillo. Era una cuenta simple. Una forma de timar a la gente como muchas otras que había utilizado años atrás. Aun cuando se había propuesto dejar atrás los robos adolescentes, estos seguían siendo su modo de vida. Casi no podía entender como era capaz de ser tan hábil con aquellos trucos, como podía mirar la cara de sus clientes y mentirles de forma tan fácil. Pero la verdad es que no quería pensar mucho en eso, ¿por qué iba a atormentarse pensando en algo que no podía cambiar? Pero lo intentaba, nadie podía decir que no intentaba cambiar aquella parte de él. Pero ir contra corriente nunca es fácil. ¿Por qué se culpaba? Él era diferente a los humanos, su raza solo consideraba a estos mortales menores, su padre los consideraba así. ¿Por qué entonces él se torturaba pensando que mentirles estaba mal, que estafarles era malvado?

No sabía en que más pensar. Aun le faltaban dos horas para terminar su turno y podría irse a su piso compartido. ¿Que iba a hacer para conseguir más dinero? No quería tener que volver con el rabo entre las piernas a casa, bueno, no literalmente. Ya bastante hacía con aceptar el dinero que cada mes le mandaba su madre, aunque no era mucho. Pero tenía que hacer algo para sobrevivir, ¿no? ¿Y a seguir estafando a la gente con el taxi?

Había dejado el taxi parado en un de las muchas calles de Chicago. En la que probablemente a esas horas debería estas más o menos ocupada. Ni le importaba. ¿Qué más daba si no pasaba todo su turno dando vueltas por la ciudad buscando gente? Nada. Era una tontería esperar encontrar alguien a aquellas horas de la mañana, todos estarían trabajando. Solo los críos de instituto que hubieran saltado sus clases o los adultos que fueran a comer. Así que había aparcado allí y se había bajado del coche para tomar aire. O encenderse un cigarrillo. No importaba. El caso es que estaba allí.

[Invitado]

Luego de salir de la Universidad, tras entregar unos documentos, había decidido ir a almorzar a uno de los restaurantes en Rogers Park. No quería llegar a casa y escuchar una nueva charla de cómo debería haber ido a Harvard, en vez de quedarme en chicago. Yo había decidido permanecer en Chicago donde estaba toda la acción. Era el centro de la creación de clones y máquina, aquí estaba Inotrop inc. Y si había un lugar donde esos experimentos pensaban alzar una rebelión sería aquí, en el lugar de la más alta producción de ellos.

Llevaba un vestido azul oscuro y una chaqueta negra. Los transeúntes caminaban sin prestar atención a su alrededor. En ocasiones como estás, cuando en realidad no tenía nada más entretenido que hacer, me gustaba de sumergirme en sus mentes. La mayor parte del tiempo estaban llenas de basura, cosas por las cuales no debían preocuparse. Como si no hubiera mayores problemas.

Me preguntaba que más aburrido podía ser el día. Unas calles más abajo visualicé un rostro conocido. Sin mucha prisa me acerqué para percatarme de que se trata de Aiden. Curvé mis labios en una sonrisa. –Aiden. ¿Por fin te has aburrido de ese trabajo como taxista y has decidido que no vale la pena?-

[Invitado]

A esas horas del día aquel lugar casi apestaba. Podía ver como la gente iba de un lado a otro atareados con millones de cosas por hacer y con todo el tiempo del mundo a sus espaldas, sin embargo se dedicaban a malgastar ese tiempo en pensar que no eran capaces de hacer las cosas a tiempo. ¿Por qué eran tan estúpidos los humanos? No llegaba a entender las diferencias que los separaban, ¿tan difícil era para ellos ver lo que él veía? Podía entrar en las mentes de las personas que había a su alrededor con tan solo desearlo, bueno no es que fuera tan fácil ya que había rechazado usar aquello hace mucho tiempo, pero era algo básico en su raza. ¿Por qué entonces eran tan diferentes? Siempre había tenido que escuchar los largos discursos en los que su padre no hacía más que poner la raza humana como seres nimios que solo servían para matar aquel planeta. Y nunca había llegado a entender por su raza, por que los extranjeros no se dedicaban a ayudar a los humanos a mejorar en lugar de solamente ponerse en contra de estos. Realmente había muchas cosas que no entendía de aquel mundo, o quizás es que se negaba a ver la verdad.

No se había sobresaltado al escuchar la voz de una mujer que lo sacaba de sus pensamientos. Era algo normal para él, a fin de cuentas era un taxista siempre tenía que estar al pendiente cuando lo llamaban. Sin embargo si que fue una sorpresa para él ver quien lo había distraído. -Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, Dominique.- Le respondió ignorando sus comentarios. Aunque claro quien podría ignorar a una joven como esa. -No es tan aburrido como crees. ¿Y tu que, te has cansado ya de tu vida?- Aquella era una de las muchas personas que lograban ponerle de los nervios, aunque bueno tenía que admitir que al menos ella lograba divertirle. Si es que ambos estaban de buen humor. Había hecho un trato algún tiempo atrás, aunque ya no recordaba muy bien que le había llevado a aceptar aquel trato. -¿Necesitas algo de mi? ¿Qué te lleve a alguna parte, quizás?- Le insinuó alzando una ceja. Adoraba hacer rabiar a aquella chica, pero si se daba el caso le salvaría el culo de cualquier problema. A fin de cuentas ambos eran del mismo planeta, que más que echarse una mano de vez en cuando. Aunque claro eso no justificaba que tuvieran que llevarse bien.

[Invitado]

Pude reparar en la sorpresa en su mirada al notar que se trataba de mi persona. Y no pude evitar una sonrisa de autosuficiencia.

Aiden y yo compartíamos un carácter similar y, aunque muchas veces podíamos chocar, era de esas pocas personas a las que soportaba. O al menos quería soportar de a momentos, porque a veces podía ser un verdadero incordio. –Así es. Y mi vida no es aburrida como la tuya.- le dije sin apartar mis ojos azules de los suyos. Me gustaba provocarle, molestarle y sacarle de quicio, pero por el momento no me interesaba hacerlo.

Escuche sus preguntas y le dediqué una mirada de manera en la que preguntaba si hablaba enserio. - ¿Crees que necesito algo de ti? ¿Qué podrías ofrecerme?- pregunté de manera insinuante mientras cambiaba la mirada a una seductora, y al mismo tiempo sin poder evitar una risa burlona. –Pero ya que te ofreces, podrías invitarme a comer ¿O tengo que invitarte yo? No creo que ese trabajo como taxista deje mucho dinero.-

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